A veces las cosas no siguen como pensamos...

Una noche de lluvia, acostada en su cama sin saber que hacer, no podía salir a buscarle porque él ya no estaba, se había ido con sus padres fuera del país por problemas económicos, se había ido y para no volver.
Se sentía triste, pensando en que iba hacer de ella si su otra mitad ya no estaba cerca, recordando cada momento que vivió a su lado. Recordando que fue él quien la ayudo a salir adelante en muchas ocasiones, quien hizo de ella una persona buena, tranquila, y cariñosa.
Estaba tan aferrada a él que desde aquel día 23 de noviembre en que lo vio subirse a ese avión, no ha salido de su habitación ni siquiera un segundo, ya ni sus familiares la pueden convencer con palabras que se alejan mucho de la realidad. Cuando intentan ayudarle les dice entre llantos que ellos no tienen ni idea de lo que esta pasando, que se siente sola, que siente un vacío enorme dentro de sí y que la dejen en paz.
Un día mirando una foto suya cogió papel y lápiz y le escribió: "Cariño, te estoy escribiendo esto porque no puedo más, ya no sé de que me vale estar aquí si tu no estas conmigo, sabes como es mi vida, y sabes que mis padres están siempre de viaje, mi hermano con su novia de un lado a otro, no sé que hacer, te extraño muchísimo y solo espero que vuelvas pronto." Pasaron días y ella no recibía ningún tipo de respuestas, a los cinco meses tocan en la puerta, era él, el chico del que estaba enamorada todavía. -¿porque no me contestaste a la carta ? he estado 5 meses preocupada sin saber nada de ti. -Tengo que hablar contigo. -¿que pasa? -Me han pasado muchas cosas en este largo viaje, e conocido a una persona y... -¿y que? ¿que pasa? no me digas lo que estoy pensando por favor.. -Lo siento de verdad, perdóname, pero me he enamorado, no puedo cambiar los sentimientos así como así. -Vete por favor, vete de aquí.