Una bonita historia .

Desde niños nos encontrábamos en ese parque, jugábamos al pilla pilla mientras juntos sonreíamos por boberias. Era como un sueño estar toda la tarde en ese maravilloso lugar contigo, contemplando el gran cariño que sentíamos los dos cuando estábamos juntos.
Fuimos creciendo... y nada a cambiado, nos seguimos viendo todas las tardes en el mismo lugar. Es como un sueño del que no quiero despertar. Por eso hoy estoy aquí, abrazada a tí, amándote y pidiéndote que no dejes de venir nunca.